Por Noemi A. Marrero D.
La aguja del termómetro no da tregua, continua a aumentar. La brisa caliente proveniente del áfrica nos arropa apenas nos armamos de valor y salimos a la calle dejando nuestro placentero y artificial clima montañoso cortesía del aire acondicionado.
El reducido grupo de valientes que encuentro por las calles, va armado hasta los dientes de botellas de agua, helados, granitas (o como decimos en mi país Yun-Yun) con prendas ligeras, algunas chicas con un par de trapos, justo lo necesario a fin de cubrir algunas partes intimas (por lo del atentado a la moral y estas cosas…).
No pasan inobservadas aquellas con complejo de vaqueras, que desafían las altas temperaturas en nombre de la tendencia, combinando botas con vestimenta veraniega, contribuyendo a aumentar mi calor corporal con tan solo mirarlas.
Los señores Árabes van súper frescos en pantaloncitos cortos, mientras sus señoras cubiertas hasta los dientes de amplios trajes negros, debajo de los cuales llevan la real vestimenta mostrada tan solo dentro cuatro paredes.
Los Turistas Japoneses, se mueven en manadas siguiendo a la guía de turno, con 50 kilos de tecnología encima , el sombrerito inseparable y su enigmática edad. Aquellos que en cambio provienen del norte de Europa no renuncian a sus medias ni muertos y las usan hasta con sandalias.
Por las callecitas del centro se ve a uno que otro financiero en saco y corbata, desafiando sol y aire caliente, encima de la bici con la cual se transportan, sin ni siquiera derramar una gota de sudor.
Los muchachos toman los parques por asalto, improvisando una playa virtual en donde se refrescan debajo de un árbol o toman el sol en traje de baño.
Cuando finalmente el sol comienza a retirarse, hay mas movimiento de personas, unos irán a cena, otros a hacer el típico aperitivo a la milanesa. El turista continuara disfrutando como puede en algún lugar turístico impersonal y el residente soñando con escapar a unas vacaciones en algún lugar de montaña o mar.
Mientras todo sigue su curso, como espectadora y parte de esta jungla urbana, decido elaborar un elenco de como enfrentar lo mejor posible este periodo en ciudad:
Vestidos en algodón o lino
Carteras en rafia, tela o paja
Blanco absolutamente si
Pantalones sueltos que no afecten la circulación
Duo perfecto: Protector solar y Agua
Alpargatas
Lentes de sol